Finalidad

Los datos personales que se facilitan son los mínimos necesarios para poder suministrar los productos y servicios incluidos en las ofertas y contratos. Se detallan a continuación algunos ejemplos de tratamientos que podemos realizar para las finalidades derivadas del suministro de los productos y servicios:

  • Para poder atender las solicitudes de información y asistencia técnica de los clientes
  • Para poder formalizar los documentos de: cambio de titularidad, solicitud de portabilidad, solicitud de baja, cesión, de líneas, conservación de número telefónico de los servicios de telefonía fija y móvil
  • Para proporcionar los servicios de trunking SIP a los clientes, líneas de acceso a Internet y telefonía móvil con el registro de los datos técnicos de las comunicaciones
  • Para poder configurar los servicios de centralita en la nube
  • Para poder suministrar los servicios de hosting y housing en el datacenter de TBC
  • Para poder suministrar los servicios informáticos de aplicaciones en la nube
  • Para poder detectar las principales causas de insatisfacción de los clientes mediante encuestas automatizadas por correo electrónico
  • Para poder detectar la utilización abusiva o fraudulenta de los servicios de telefonía

Conservación de los datos

Los datos serán conservados mientras dure la relación contractual con el cliente y durante los cinco años posteriores.

En el caso de los clientes con servicios de telefonía fija y móvil, los datos objeto de conservación son los definidos en la ley 25/2007 de conservación de datos relativos a las comunicaciones electrónicas y a las redes públicas de comunicaciones. Se describen los datos que deben conservarse por parte de los operadores necesarios para:

  • Identificar el origen de una comunicación
  • Identificar el destino de una comunicación
  • Determinar fecha, hora y duración de una comunicación
  • Identificar el tipo de comunicación
  • Identificar el equipo de comunicación
  • Identificar la localización del equipo de comunicación móvil

Existe la obligación legal de conservar los datos durante un período de conservación de 12 meses computados desde la fecha en que se haya producido la comunicación, con la posibilidad de ampliarlo a un máximo de 2 años o reducirlo a un mínimo de 6 meses, considerando los costes de almacenamiento y el interés de los datos para fines de investigación, detección o enjuiciamiento de un delito grave.