«La nube» o cloud, ese concepto tan ambiguo y que tanto se usa cuando hablamos de tecnología. Ese concepto que engloba una amalgama de tecnologías tan variadas y complejas que cuesta entender que haya entrado ya en el vocabulario de cualquier usuario que posea un dispositivo conectado a Internet.
De todas esas tecnologías que engloba el concepto cloud queremos destacar la virtualización que, en proyectos adaptados a la gran mayoría de empresas, aboga a la centralización y consolidación con lo que las ventajas asociadas se multiplican exponencialmente.
Cuando hablamos del core de la empresa nos referimos a los equipos que sustentan la infraestructura tecnológica de la empresa. En él podemos incluir los servidores, los switches, el almacenamiento… Cuando afrontamos una renovación tecnología que afecta a ese core es el momento de plantearse la evolución a la virtualización.
Virtualizar significa disponer de un conjunto de recursos, principalmente procesadores, memoria, disco y acceso a la red, que compartimos asignándolos a los elementos virtuales que creamos sobre los recursos físicos.
¿Cuáles son las ventajas de la virtualización?
Empecemos por las que vienen derivadas de sus implicaciones.
Consolidación
Cuando afrontamos este tipo de proyectos siempre aflora un concepto que mejora notablemente el TCO al permitir un mayor aprovechamiento de los equipos. Los recursos arriba comentados son aprovechados en índices que van desde el 60% al 80% mientras que en equipos físicos los recursos están utilizados de forma irregular y van desde el 5% al 15% (fuente: Wikipedia)
Centralización
Aunque no sucede en el 100% de los casos, la gran mayoría de proyectos de virtualización suponen la centralización de la infraestructura para un mejor aprovechamiento de la misma. Con ello se consigue, además, mejorar procesos tan importantes como las copias de seguridad (en un único punto), la renovación tecnológica que puede planificarse conjuntamente y permite utilizar formas más sencillas de financiación como son el renting o leasing, la escalabilidad, la redundancia (al ser más sencillo plantear soluciones de HA únicas frente a distribuidas) o la simplificación entre otras.
Ventajas directas
- GreenIT: los costes energéticos asociados al propio consumo eléctrico de la infraestructura y a la capacidad de refrigeración necesaria, convierten a estas soluciones en ideales para la conservación y prevención del medio ambiente.
- Reducción de los costes de espacio: los proyectos de virtualización permiten aumentar la densidad al poder utilizarse equipos diseñados para ello.
- Reducción de los tiempos de parada: con las soluciones de HA asociadas y de redundancia, los tiempos de parada se reducen drásticamente y en caso de haberlos, los tiempos de recuperación son significativamente más cortos. El uso de Snapshots facilita los cambios, tanto en sistema operativo (actualizaciones, configuraciones…) como en software (nuevas versiones…) al permitir volver al punto anterior en cuestión de minutos si es necesario.
- Facilidad de aprovisionamiento: gracias a las tecnologías que aportan los fabricantes, la puesta en funcionamiento de nuevos servicios se ve beneficiada de características como las plantillas, la clonación…
- Balanceo dinámico: los recursos virtuales, por ejemplo un servidor, pueden desplazarse de un equipo físico a otro sin pérdida de servicio para, por ejemplo, casos de reparación o ampliación, mientras que en caso de fallo de un nodo pueden estar disponibles en otro nodo disponible de forma rápida y automatizada.